¿Cómo Bajar el Colesterol? |
Como en cualquier asunto relacionado a la salud, la dieta y el ejercicio son componentes primordiales. Lo que comes es condicionante para bajar tus niveles de colesterol, y esto es lo que veremos a en las próximas líneas. Antes que nada, sería bueno que conozcas la diferencia entre colesterol LDL y HDL. Simplemente recuerda que el HDL es “el bueno” y el LDL “el malo”. Para ponerlo de un modo más “académico”: El HDL ayuda a conducir el colesterol fuera de los conductos sanguíneos mientras que el LDL permite que se deposite dentro de las paredes de tus arterias. Actualmente, en los ámbitos médicos, el colesterol LDL es conocido como uno de los “asesinos silenciosos”, ya que va minando los conductos sanguíneos de forma lenta e implacable, y sin provocar sintomatología. Cambiar tu colesterol malo por bueno Ésta es la forma de hacerlo: 1. Prepárate un buen sándwich con pan de harina de trigo o una pita con pavo magro y muchos vegetales frescos. Desecha los perros calientes, del salchichón de Bolonia y del salame. Todos éstos son alimentos altamente procesados y llenos de grasa y colesterol. Los fitosteroles desarrollan un papel fundamental en el control del colesterol malo o LDL. Se encuentran en alimentos como los aceites vegetales secos, las frutas, las legumbres, las hortalizas y las verduras. Los expertos en nutrición aseguran que es necesario de uno a tres gramos diarios de estas sustancias para conseguir una reducción del nivel de colesterol de un 14%. Las grasas saturadas son las que más contribuyen al aumento del colesterol. Se encuentran en sustancias de origen animal como la mantequilla, los embutidos o los productos lácteos enteros. Los aceites vegetales no tienen colesterol, ninguno de ellos, ni elevan el colesterol en sangre sino que por el contrario, contribuyen a elevar los niveles de colesterol bueno y por ende, hasta resultan beneficiosos para la salud cardiovascular. Por eso, el falso mito que dice que los aceites que consumimos a diario tienen colesterol debe se desterrado para no perjudicar a nuestro organismo ni la calidad de la dieta. Los aceites de coco y cacao, sólidos a temperatura ambiente, son los únicos de origen vegetal que si bien no tienen colesterol, contienen grasas saturadas y por ello, pueden vincularse a un aumento de colesterol sanguíneo. Pero el resto de los aceites: de oliva, maíz, girasol, soja, canola, no tienen ni pueden incidir en las cifras de colesterol malo o LDL. Por otro lado, no podemos olvidar que los aceites vegetales hidrogenados o aquellos sometidos a calentamiento, como es el caso de las frituras, resultan modificados y por ello, no tienen el mismo efecto que en su estado natural, sino que pueden incrementar el colesterol en sangre. Por eso, lo ideal es desterrar el mito que dice que los aceites tienen colesterol, pero aprender a usarlos y no eliminarlos de nuestra dieta, ya que resultan necesarios para el cuerpo e incluso, benefician al organismo. |
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